Siempre

Siempre temí este día
de lejanía, de no verte

Siempre temí este día
de alegrías, de no tenerte
de contradicciones
de tomar aire profundamente en un instante
y buscarte con mis ojos
sin almendras
sin sortilegios

Siempre estarán allí
tus recuerdos, mis recuerdos
recorriéndonos
con dedos y lágrimas
con piel y temblores

Siempre temí llegar aquí
con tu esencia en mi.

Uno

Ví llover y ví las nubes alejarse
Ví el sol salir y luego ocultarse
Días llenando semanas y semanas meses

Sentí ganas de estar allí y volver a olerte
Sentí vivir y volver a morir
Recordé montañas y valles
Pájaros y la brisa

Que mueve árboles y nos arrulla

El río turbulento que corría entre nosotros
¿Está ahi? ¿Estuvo?

Cruzas mi mente, segundo a segundo
Allí habitas sigilosa
Haciéndome sentir vivo
Llenando espacios
En los que vanamente trato de huir

Me inspiras, me guías
Aun distante
Aun ausente
Así eres
Así soy
Así somos
Uno

Imágenes

Tus imágenes cruzan el océano de mi cuerpo
Conquistando un lugar vital,
Agitando, creando torbellinos blancos,
Permaneciendo en callada invasión.

Y yo resisto en inútil lucha
Para que las estrellas, inalcanzables,
Se vuelvan reflejos infinitos
En el mar que se quiebra.

Imágenes es lo que poseo,
Formas, colores, distantes olores,
Que perturban, sacuden, invaden mi alma.

Caer vencido es lo que deseo,
Dominado por naves de ensueño,
Por olas furiosas, por vientos, por ti.

Once de la noche, Dic. 5, 1983.

Lluvia

La lluvia golpea la ventana
y las caricias recorren nuestros cuerpos
deteniendo el tiempo
alargando este instante

y yo sumiéndome en ti
fundiéndome en ti
sumergido

El tiempo lucha por avanzar
la lluvia lucha por caer
nuestro amor lucha por vivir
indetenible
natural
vital

Un poema sobreviviente para empezar

Eres como las olas de un mar rebelde
A veces cercana, próxima, rodeándome.
A veces distante, lejana, confundiéndome.
Intermitente, periódica, con constantes vaivenes.

Navegar por tu mar climático me estremece.
Allí extiendo mis velámenes para atrapar tu viento.

Y te observo, móvil, cambiante
A veces aquí, a veces allá
¿Quién eres, dama de viento y mar,
que equivocas mis rumbos?
¿Quién eres, dama impredecible,
que encontrarte quiero y no puedo?
¿Qué pretendes?
Tal vez me hunda.