Un poema sobreviviente para empezar

Eres como las olas de un mar rebelde
A veces cercana, próxima, rodeándome.
A veces distante, lejana, confundiéndome.
Intermitente, periódica, con constantes vaivenes.

Navegar por tu mar climático me estremece.
Allí extiendo mis velámenes para atrapar tu viento.

Y te observo, móvil, cambiante
A veces aquí, a veces allá
¿Quién eres, dama de viento y mar,
que equivocas mis rumbos?
¿Quién eres, dama impredecible,
que encontrarte quiero y no puedo?
¿Qué pretendes?
Tal vez me hunda.