Soñamos las altas torres blancas

Soñamos las altas torres blancas
erguidas intemporales desafiantes
en la ladera de la colina gris
surgiendo de entre pinos y araucarias

Fuimos construyendo contrafuertes
con argamasa, manos y miradas
oteando horizontes en ocres distancias
con multitudes de estrépito

Imaginamos razones y destinos
donde llevaríamos las almas
que juntas crearon azules destellos

Desafiamos leyes y gravedades
con fuerzas de tornado y mar
sin reparar en el desequilibrio.

Allí lo que creimos inmortal sufrió
al chocar con granito y sal

Ya sin fuerzas un océano de lágrimas
lavó los restos de penas y culpas
trayendo el día y el sol
calma y espejos de claras lagunas
estrellas cintilantes
y obligadas distancias

Soñamos un amor de brillante luz azul
erguido imponente y desafiante
ahora lo sabemos eterno
ahora lo sabemos distante.